Las zapatillas sanitarias están diseñadas con suela antideslizante para prevenir caídas y lesiones en un entorno potencialmente resbaladizo. Además, a menudo tienen una puntera reforzada para proteger los pies de objetos pesados y otros peligros en el lugar de trabajo. Por lo general, están fabricadas con materiales resistentes a la humedad y a las manchas, como el cuero sintético o el PVC.
Las zapatillas son más ligeras y cálidas que los zuecos sanitarios, diseñadas especialmente para médicos, enfermeros y profesionales de clínicas. Combinan con todo tipo de uniformes, pero también con jeans o pantalones básicos.
Es un calzado homologado, cómodo, transpirable y ergonómico.